jueves, 7 de septiembre de 2017

Apuntes sobre "Caravana", de Amparo González Sola y Juan Onofri Barbato



1
A quienes no tenemos el ojo entrenado en las vertientes de la danza contemporánea, seguirle el ritmo a esta caravana nos cuesta, sobre todo al principio. La sala donde transcurre todo ofrece un ambiente oscuro. Claroscuro. Todo comienza con un cuadrado de luces en el piso. Él baila una melodía constante, frenética. Una posible discoteca o incluso un no-lugar con la lógica del cross-fit: el hombre máquina, la maquinaria humana. Punchi punchi. No hay freno.

2
Entra Ella al cuadrado/cuadrilátero/ring/pista de baile. Interviene los movimientos maquinales de Él. Al principio hay fricción, interrupción. Después se acoplan y moldean figuras juntos, unidos. Dos piezas encastradas. El ritmo sigue intenso pero de a poco baja. Los cuerpos se ablandan, se elastizan, se desmaquinizan, se humanizan. Hay un despliegue bello, estético, estático y líquido. Cuerpos vestidos que se contornean suaves en el corral de luz.

3
Hay sensualidad y sexualidad. Contrastes: sexo como goce y como dolor, pecado y disfrute, la Santa Iglesia y el sadomasoquismo. Las luces marcan un borde, un límite, como la violencia contenida que asoma. Emergen rasgos de sometimiento en el juego elástico de los cuerpos-máquinas encastrados. La música sube, la música baja. Por momentos es abrumadora (como la violencia contenida que no termina de estallar).

4
Se va rompiendo la geometría de la luz y de los cuerpos (las extremidades y el torso dibujan figuras a veces suspendidas, sostenidas entre sí). Se desarma el cuadrado hecho de tubos de luz blanca. ¿Y esa luz? Tan blanca que ilumina, tan intensa que lastima cuando hay exceso. Doble filo: el Bien contra el Mal. La iluminación -guía del camino- también puede hacer daño, estropear la vista: el sentido más desarrollado en nuestra era de pantallas y luminarias incandescentes. El ser humano se vuelve primitivo, animal. La luz tortura y penetra. Es fálica, todopoderosa, ultrajante. El cuerpo humano se reduce a músculos y huesos, su esencia primaria: la animalidad. El cuerpo con su propia música. Sin palabras, gemidos a lo sumo, respiración agitada. A Él le caen gotas de sudor que brillan con el filo de la luz.

5
Hay un despojo progresivo: de ropas, de tapujos; la esencia primitiva le gana a la civilización. La barbarie de un ser que perdió el raciocinio, enceguecido, sordo por los sonidos del mundo exterior. No hay vista, no hay habla, no hay oído. Todo es corporalidad expresiva.

6
La hipótesis "Black Mirror": la tecnología es el barco y la posibilidad del naufragio. Desborda los sentidos humanos hasta el colapso. Una regresión a los antiguos mitos, a las creencias del ser despojado y desnudo. Cuanto más avanzamos sin brújula, más retrocedemos a las fuentes. El nuevo comienzo es de carne y hueso. Adán & Eva. La caravana como un viaje intenso hacia lo más profundo del alma humana. Un mensaje posible: tenemos todo lo necesario para salvarnos.


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Caravana

Autoría y dirección: Amparo González Sola y Juan Onofri Barbato
Elenco: Amparo González Sola, Juan Onofri Barbato / Rakhal Herrer

Sala a del Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551)
Jueves y viernes, 21 hs
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Mariano E. Pagnucco
(@ezepagnucco)